jueves, 12 de noviembre de 2009

El secreto de sus ojos.(A propósito del Capitalismo y de la caída del muro de Berlín).

Acampa en lugares altos, frente al sol. No escales las alturas para luchar. Y eso es todo lo que hay que decir sobre la guerra en las montañas.

Cuando se habla de crisis económica se puede observar una tendencia hacia la exageración invocando el fin del sistema capitalista.
Y sin embargo, las crisis del capitalismo no son excepcionales, no representan algo nuevo y único “sino parte normal del funcionamiento del sistema” (Capitalism. A Very Short Introduction, James Fulcher, Oxford,2004). Siguiendo este magnífico libro que habla sobre el capitalismo, su funcionamiento y su historia o si existe alguna alternativa al mismo observamos que el siglo XIX convivió con crisis económicas de manera habitual, que la Holanda del siglo XVII protagoniza la tulipomanía, que viene a representar los mismos e idénticos comportamientos de las burbujas actuales, ya sean de las empresas punto com o tecnológicas u otras.
Karl Marx afirmaba que la producción capitalista creaba solamente nuevos mecanismos de crisis y que tenía una inclinación hacia ellos por la misma razón de la separación entre producción y consumo. Por eso Marx pensaba que el capitalismo era un sistema anárquico, porque la producción no estaba directamente regulada por la necesidad de consumir productos y que por eso el sistema capitalista tiende a la superproducción: por esa causa las crisis eran hasta beneficiosas al permitir la permanencia del sistema eliminando las tensiones de la superproducción. A este respecto, ver por ejemplo, el Manifiesto Comunista donde se defiende que la expansión propia del sistema capitalista propicia nuevas crisis cada vez más profundas y destructivas. Pero como señala Fulcher (y que los contrarios al sistema capitalista, los movimientos antisistema o antiglobalización, no se hagan ilusiones) el mismo Marx nunca creyó en el fin del capitalismo en forma de desastre económico.
En general, podemos decir que las crisis cíclicas que afectan al sistema son inherentes a él y consustanciales con su propia naturaleza. Desde mediados del siglo XIX hasta que llega la Primera Guerra Mundial el mundo tuvo una época de crecimiento económico sostenido que finaliza con los alegres años veinte: época de gasto y de expansión en el consumo. Cuando termina la guerra numerosos países estaban empobrecidos y extenuados (por ejemplo, Alemania, ver en este sentido el libro de Keynes sobre las consecuencias económicas de la paz)y es en esos días cuando surge la Gran Depresión de 1929 y como ha declarado Ben Bernanke “que cuando se entendieran de verdad los entresijos de la Gran Depresión se habría encontrado el Santo Grial de la economía”(citado por Claudi Pérez, El País,1 de noviembre de 2009). En este sentido y como comenta Pérez ”alguno creyó haber dado con él, en pleno supuesto triunfo de la hipótesis de los mercados eficientes-en conjunción astral con los modelos de equilibrio general de las expectativas racionales-“ el Profesor Robert Lucas señalaba (2004) que “el problema central de la prevención de las depresiones está resuelto”. Algunos autores comenta Fulcher casi llegaron a afirmar que esa Gran Depresión estuvo a punto de colapsar el sistema económico mundial pero lo único que demostró es que el sistema era vulnerable a las crisis.
Y, entonces como ahora, surge otra cuestión: la global, y esto, ahora sí, es un factor nuevo en la interpretación del fenómeno. En estos días se está conmemorando la caída del muro de Berlín, algunos comentaristas políticos hablan del verdadero final de la segunda guerra mundial o del final del comunismo con unos héroes, claramente identificados, como el Papa Juan Pablo II o Ronald Reagan y lo que hay que decir es que, efectivamente, un sistema económico ha ganado y otro ha perdido y el que ha ganado es el capitalista; pero, también, los americanos de EEUU, como señala Hobsbawn ( en la obra War, Peace and Hegemony at the Beginning of the 21 st Century, DELHI,17 de diciembre 2004.) van a tener un papel clave en el siglo XXI porque ” nos guste o no ,Estados Unidos seguirá siendo una superpotencia, una potencia imperial, incluso en una etapa de declive económico relativo evidente”.Y hay muchos capitalismos y no es lo mismo el sistema en Japón, en Suecia ,en Alemania en la India o en los Estados Unidos pero eso precisamente es lo que hará que el sistema perviva y se adapte constantemente porque como, dice Fulcher, “quienes deseen transformar el mundo deben centrarse en las posibilidades que ofrece el capitalismo desde su propio seno” hay distintas formas de capitalismo el sistema se acomoda en sitios tan insospechados como China o la India. China gobernada por el Partido Comunista y que tiene un Capitalismo de Estado y la India en la que convive un desarrollo tecnológico y económico general muy notable: cada una con más de mil millones de habitantes y que encabezarán el desarrollo y el futuro económico del siglo veintiuno. En la reunión de la American Economic Association, presidida por J.K. Galbraith, en Nueva Orleans, el 27 de diciembre de 1971, Joan Robinson dijo:”Un indicio seguro de una crisis es la aparición de chiflados famosos. Es típico de una situación de crisis que los chiflados sean escuchados por el público insatisfecho con la ortodoxia. En los años treinta tuvimos al Mayor Douglas , y el Crédito social-todo se resuelve con una estilográfica- y Warren y Pearson, que convencieron al presidente Roosevelt de que podría acabar con la Depresión aumentando el precio en dólares del oro, lo cual haría subir todos los otros precios. Se presta más atención a los chiflados que a los ortodoxos porque al menos advierten que existe un problema”.Y es que el secreto de la pervivencia del sistema capitalista es similar, o se parece, al de esa reciente película argentina a la que hace referencia el título que encabeza este artículo. En la película, el protagonista, un funcionario jubilado rememora lo que fue su vida para escribir una novela sobre un asesinato ocurrido veinte años atrás, Benjamín Expósito, que así se llama nuestro héroe, sabe identificar perfectamente donde está el bien y donde está el mal y llega al convencimiento de que muchas veces, cueste lo que cueste, merece la pena pasar por la vida como una persona auténtica. Los ojos, como medio de transmisión de lo más profundo del ser humano, reflejan todo lo bueno y también lo más perverso: la maldad intrínseca que tienen esas personas con el alma llena de mierda. En esa conferencia a la que hemos hecho referencia unas líneas más arriba, Joan Robinson, hablaba sobre la visita de Hayek a Inglaterra:” el profesor Robbins trajo de Viena a un miembro de la escuela austríaca, con la intención de que contrarrestase la influencia de Keynes. Recuerdo perfectamente la visita de Hayek a Cambridge camino de la London School .Expuso su teoría y cubrió toda una pizarra de trángulos. Según comprendimos más tarde, todo el planteamiento se basaba en confundir la tasa corriente de inversión con el stock total de bienes de capital, pero de momento no logramos desentrañarlo. La tendencia general parecía ir en el sentido de demostrar que el consumo era la causa de la Depresión. R.F.Khan, que en aquella època estaba desarrollando su teoría según la cual el multiplicador garantizaba un ahorro igual a la inversión , preguntó con aire sorprendido :¿cree usted que si mañana me compro un abrigo, haré aumentar el paro?.Sí,-dijo Hayek-.Pero -continuó señalando sus triángulos en la pizarra-, sería preciso un largo razonamiento matemático para explicarlo”. Esperemos, entonces, que el sistema capitalista responda, finalmente, a los graves problemas que le afectan: a la lucha contra la exclusión y la marginación social a una escala puramente global.

© J. A. Martínez.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicitar a los autores lo primero.Me ha encantado y abrumado el artículo que han escrito ustedes,confieso que lo he tenido que leer dos veces.No sé si lo he entendido bien, pero lo que tengo claro es que me dan ganas de leer el libro del Capitalismo y a Joan Robinson.

Anónimo dijo...

Grandiososo y espectacular.Pero, para lo ambicioso que es, les ha salido muy breve porque ustedes tocan todos los temas pero no los desarrollan lo suficiente para que se entienda bien del todo,supongo que por cuestión de espacio.Geniales las citas,es lo mejor que he leído en mucho tiempo.

Anónimo dijo...

Soy una profesora de Economía y tengo la imprensión de que el capitalismo es un sistema tan caótico como la estructura de su artículo.ALABANZAS:Aún así, pienso que éste funciona,que me hace pensar,que tiene algo brillante y que no te deja indiferente.
CRÍTICA 1ª:No explican muy bien el mecanismo de las crisis,ni la historia de éstas ni las distintas clases de capitalismo.
CRÍTICA 2ª:La primera parte es una mera reseña del libro citado,yo diría que es un excusa para el planteamiento-ahí sí, absolutamente genial- de la cuestión de la caída del muro en relación con la transformación del sistema capitalista y los comentarios sobre China,ahí su argumentación es perfecta..pero, creo que vuelven a meter con calzador la refencia a la película, para apoyarse en las citas finales de Robinson,con las que cualquier estudioso habrá disfrutado.Creo que por eso es de agradecer el esfuerzo que, sin duda merece, él que traten temas complejos de nuestra disciplina.
No obstante,esta cuestión tan polémica es para un libro y largo,esto es para un ensayo.Bueno, a mí me ha gustado muchísimo,pero insisto en el aparente caos estrucural, aunque quizás no lo sea tanto.ALABANZA FINAL:Miren, yo soy cinéfila y por eso me he acercado casualmente a su blog,su artículo es como esas obras de genios del cine que están dotados para hacer una obra maestra(Orson Welles,Woody Allen,Tarantino)pero cuando quieren...yo creo que eso es lo que se percibe.

Anónimo dijo...

El capitalismo es la inversión realizada para tener una rentabilidad mayor que la inversión inicial,situación que establece unas reglas del juego que facilitan que haya pobres y ricos y eso funciona así desde que el mundo existe y así seguirá siendo.Con lo cual no hay tantas clases de capitalismo porque su espíritu es invertir dinero para ganar muchísimo dinero.Se me olvidaba; las citas de Joan Robinson,muy buenas,el artículo buenísimo.

Anónimo dijo...

Y cual es el Santo Grial de la Economía?. Robert Lucas no dio con él,pero¿ qué creen ustedes?,¿no tendrá más razón el movimiento neokeynesiano con la Tasa Tobin y todo eso?.
Deberían ampliar este artículo.Hacer nuevas entregas de esta misma polémica.¿Hay algo que vaya a sustituir y/o mejorar y/o perfeccionar- al capitalismo?¿Habrá más crisis?,¿crisis sistémicas o cíclicas?.

Anónimo dijo...

Acabo de ver a Ricardo Darín en la tele y es encantador,como la película, que me ha gustado mucho.

Anónimo dijo...

¿Ustedes son de izquierdas o de derechas?.El blog está bien,pero a mí no me queda claro la ideología que tienen.Hay entradas muy críticas con el Gobierno,otras con la oposición,otras se pasan veintitantos pueblos,otras están demasiado cuidadas,no sé.El blog es tan bueno que se podría publicar en inglés y sería un éxito.Este post del Secreto,por ejemplo,está bien,por el rollo de la película,tiene gracia la ocurrencia.Qué sentido del humor,coño.Grande Darin.
María Ruiz.

Anónimo dijo...

Este post es absolutamente genial.Sigan con estas entradas que nos levantan el ánimo,algo se puede hacer fuera de los sitios habituales y algo distinto de lo trillado.Bravo por el secreto de sus ojos.
Lola.

Anónimo dijo...

Profesor ,me gustó la película ,me gustó el post,me gusta su blog,vos deberías tratar temas sociales,políticos,artísticos,culturales,de fútbol...de la vida..vos tenes una gran sensibilidad.Post absolutamente genial.

Anónimo dijo...

Deben hacer un segundo artículo sobre esto, porque ustedes sí ven cómo va a ser el mundo en los años venideros ,deben decirnos qué países van a ser líderes en este siglo,qué tipo de sistema capitalista va a imperar en el globo,o si tenemos sentido ,sentimiento,vida,razón,corazón,alma, para comprender los desafíos de nuestros días como la globalización y la pobreza.¿Por qué hay millones de personas en la miseria absoluta y nadie hace nada?.
Un argentino en Madrid.