miércoles, 5 de noviembre de 2008

Extraños patriotas

Los que no son totalmente conscientes de la desventaja de servirse de las armas no pueden ser totalmente conscientes de las ventajas de utilizarlas.

En las últimas semanas estamos asistiendo al descubrimiento del verdadero sentido patriótico de algunos de nuestros compañeros de profesión que además actúan en la arena política. Nos referimos a la actitud de ciertos economistas/políticos ultraliberales en relación con la manera de afrontar la crisis económica, y al catastrofismo mostrado en sus declaraciones.
Resumiendo, todo es culpa del Gobierno que nos engaña; nosotros no vamos a colaborar en ese engaño –ni en nada todo sea dicho de paso- porque va a llevar a la ruina al país; y lo que hay que hacer no es ayudar a los bancos sino darle el dinero a las PYMES y a los individuos que lo necesitan para pagar su hipoteca –y su coche, y la TV de plasma, y las vacaciones en el Caribe,...-. La fórmula para hacerles llegar ese dinero es sencilla: reducir el gasto público, reducir los impuestos y llevar a cabo “reformas estructurales” (por cierto uno de esos economistas se negó a responder si esas reformas significaban el despido libre). El problema financiero y el real, en España, van unidos: los bancos no prestan porque los mercados internacionales no les dan dinero. Una vez solucionado eso, lo demás funcionará solo. Como hasta ahora. La mano invisible.
Es sorprendente, por no decir lo nunca visto, la situación política a la que nos ha llevado esta crisis económica: el partido en el Gobierno, teóricamente de izquierdas, aportando dinero a los bancos para buscar una salida a ella; y la oposición, de derechas, negándoselo a las entidades financieras y queriendo actuar de Robin Hood, repartiendo entre los más necesitados. Pero ¿qué hay detrás de esto?
Nosotros creemos que las acciones que ha tomado el Gobierno entran dentro de la lógica necesaria para superar esta crisis. Nos puede gustar más o menos la socialización de las deudas de las entidades financieras, y opinamos que una vez superada la crisis habrá que hacer examen de conciencia y pedir responsabilidades a los irresponsables –banqueros y no banqueros- que nos han llevado a ella. Pero en el modelo capitalista en el que estamos inmersos no parece que haya otra solución en estos momentos que apuntalarlas. Porque si esas entidades “caen” todo el sistema se irá a pique detrás de ellas: desaparecerá la confianza, los individuos tratarán de recuperar sus ahorros y los que no puedan, y les aseguramos que habrá muchos que no lo lograrán, pueden provocar situaciones similares a las ya vividas en otros países –como “el corralito”-. Evidentemente, si los bancos no tienen recursos no podrán prestarlos y tratarán de recuperar los ya prestados. Al final el sistema al completo quebrará. A lo mejor es una solución, pero no parece la ideal por ahora.
Por el contrario, la actitud de algunos miembros de la oposición ha sido y sigue siendo la de “pescar en río revuelto”: conseguir que la situación llegue a tal límite que sólo sea posible una solución salvadora llamándoles a ellos para que dirijan el país por la “senda de la recuperación”. En ningún momento se han visto propuestas proactivas, ideas que realmente permitan salir al país de la crisis, que apoyen al Gobierno y colaboren en una solución.
A nuestro juicio es incomprensible la forma de comportarse de esos economistas ultraliberales. Lo hemos dicho en este blog varias veces, lo hemos visto en otros países, en Estados Unidos, la Unión Europea y en los Bancos Centrales: la única opción es llegar a acuerdos y “arrimar el hombro”. Porque la crisis nos afecta a todos y entre todos debemos encontrar su solución, aportando cada uno su “granito de arena”: el Gobierno los recursos necesarios; los bancos haciéndolos circular hacia donde se necesitan; los ciudadanos poniendo nuestra confianza; y los partidos políticos la responsabilidad. Es en estos momentos donde debe aparecer el “sentido patriótico”, que no es más que hacer lo que se necesita.
Es probable que esta crisis le pase factura al Gobierno, pero créannos, los españoles están viendo también la incapacidad de la oposición para ofrecer nada lúcido. O alguna propuesta que transmita verdad y sinceridad en sus planteamientos. Que sea positiva y no meta miedo. Porque con su actitud están colaborando a cerrar empresas. Y eso no es justo, ni leal, ni tampoco presentable. ¿Es que todo vale?
En los Estados Unidos y, en plena campaña electoral, los equipos de Obama y McCain se reunieron con el Presidente Bush y con la Presidenta del Congreso, Nancy Pelosi. Entre todos (es decir, unidos en un mismo objetivo) tomaron medidas positivas en dos sentidos: para ayudar al sistema financiero y, también, para ayudar a la economía real con estímulos fiscales para la mejora de la situación de la clase media Y no se han quedado ahí. El candidato derrotado John McCain nada más saber los resultados se ha ofrecido a colaborar, él y los suyos. Porque en EE.UU. un problema económico es cuestión de estado. Igualito que nuestros políticos/economistas ultraliberales.
Lo dicho, mucho patriotismo aparente y muy poco corazón verdadero. Queridos compañeros , ahora toca remangarse y trabajar todos juntos. Porque quien no ofrece esfuerzo y colaboración no podrá demandarlos en el futuro.

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